jueves, 24 de noviembre de 2011

Grecia, el fondo de Europa


Nos hemos acostumbrado a oír hablar de Grecia como un problema para Europa. Pero la memoria cultural de Europa, su educación y su política, se asientan sobre raíces helénicas, judeocristianas e islámicas. La identidad de los europeos no consiste en el euro, aunque sea necesario para una economía próspera. Hay que volver los ojos a Grecia para comprobarlo.


Griegas y griegos prefieren llamar a su país “Elláda”, a su nación, “ellinikí dimokratía”, y a sí mismos, “ellinikai”. La resonancia es muy distinta a la denominación que les dieron los turcos invasores y que se ha extendido a muchas lenguas: “Grecia, griegos”. 
Los helenos son un pueblo de cultura milenaria. Sus mitos narran el paso desde la Edad de Piedra a la sociedad democrática. Los doce trabajos de Heracles singularizan la epopeya de los seres humanos para convertir el planeta en un hogar habitable: su lucha con monstruos legendarios (el León de Nemea, la Hidra de Lerna) y las plagas (los Pájaros del Estinfalo), la domesticación de otros animales salvajes (el Jabalí de Erimanto, la Cierva de Cerinia, el Toro de Creta), la cría de ganado (y su limpieza: los establos de Augías). 
La península del Peloponeso, donde se localizan esos escenarios, conserva huellas de los primeros  griegos, en la ciudad megalítica de Micenas, hasta la época helenística, cuando floreció el Santuario de Asclepio, el  médico compasivo y sanador de los males humanos. En ese complejo monumental, el teatro de Epidauro sigue siendo punto de reunión para miles de visitantes de todas partes del planeta. La ocasión les estimula a una representación espontánea de sus cantos o sus destrezas escénicas.

Son los helenos, y no Heracles, quienes pusieron en comunicación todas las orillas del Mediterráneo, para obtener las Yeguas de Diómedes, el ganado de Gerión, las manzanas de las Hespérides o el cinturón de Hipólita. El trabajo más arduo fue abrir las puertas del infierno, después de atar al Cerbero, su guardián. Hoy sería necesario poner un bozal a los poderosos intereses que solo se nutren de dinero y fabrican infiernos en distintos lugares del planeta. Incluso amenazan el futuro de las próximas generaciones. No solamente los jóvenes griegos vivirán peor que sus padres, a causa de la especulación, primero, y la crisis financiera, después. Ha aumentado el conjunto de la humanidad hambrienta hasta más de mil millones. Se empobrecen los más pobres y se enriquecen aún más los especuladores.



Hay que volver a Grecia y, concretamente, a Atenas, con el fin de encontrar las huellas de la democracia y sumarse a una asamblea donde se decide el futuro común. Enfrente de la Acrópolis, entre bosques y cerros, se levanta la colina Pnyx. En su cima todavía hay restos del estrado donde intervenían los oradores, mientras los demás ciudadanos llenaban sus laderas. También se distingue el reloj de sol que definía el tiempo de la asamblea. En su centro ha crecido un olivo silvestre, que la tradición asocia a la diosa Atenea, junto con la lechuza. Una vez que el tiempo contado en milenios la ha despojado del casco, el escudo y la lanza, esos dos símbolos todavía viven.


El santuario de Delfos, en la Grecia Central, fue un espacio sagrado incluso antes que llegaran los helenos a Elláda. La Pthya o pitonisa, con los brazos extendidos al cielo y los pies en el fondo de Europa, siguió hablando durante un milenio. Poco importaba que se invocara el nombre de Apolo, un dios masculino que simboliza el poder patriarcal, o que los templos sirvieran para albergar el tesoro de las ciudades griegas. Un tesoro que despojaron los que vinieron después. Unos guerreros someten a otros y los más voraces acaparan la comida, el agua, los terrenos cultivables. Los atletas que competían en los Juegos Píticos, al menos, solo buscaban la gloria. Pero de ellos queda escasa memoria, excepto para quienes aún leen las odas del poeta Píndaro. 

La única que sigue hablando es la Pthya, aunque nadie le pregunte. Habla a través de la belleza natural y agreste que se ha fundido con la obra de generaciones anteriores. Tanto de día como de noche, un bosque tupido de olivos se extiende desde la montaña de Delfos hasta el puerto donde desembarcaban emisarios de todo el Mediterráneo. Los restos del santuario se encaraman sobre una ladera empinada, los tesoros hoy vacíos, los triunfos sin pedestal, el templo, el teatro, hasta su parte más alta, donde se sitúa el estadio. A su lado se yergue una mole gigantesca de piedra que recuerda a Montserrat, el Peñón de Gibraltar o el Himalaya. Una señal de permanencia, a pesar de la erosión. 
En su base, lo último en construirse fue un Gymnasium, es decir, un centro de enseñanza secundaria, aun con todas las diferencias que se quiera. Había que aprender democracia y medicina, arquitectura, arte y literatura, ingeniería, amar la paz y odiar la guerra, amar el cuerpo que nos hace zoomorfos, seres vivos, junto con el espíritu que nos hace humanos.


Y un poco más abajo, en el fondo, hay un tholos. También lo había en Atenas o en Epidauro. Un templo circular que se dedicaba a Atenea, la diosa. Por todo el Mediterráneo se encuentran edificios circulares que sirven de tumbas colectivas. Conectan a vivos y muertos. Se arraigan en la tierra y en la Tierra.
La Elláda es el fondo de Europa. La han saqueado sus élites y sus invasores. Habría que enseñar en nuestros centros educativos que cualquier humano vale más que cualquier tesoro. Aunque sea el Banco Central.



lunes, 21 de noviembre de 2011

La educación de Rajoy

El próximo presidente del Gobierno Español, Mariano Rajoy, hizo abundantes referencias a los cambios que deseaba en el sistema educativo durante su campaña. Ahora, los sindicatos de la enseñanza solicitan que la educación sea "una prioridad".


De acuerdo con el programa del PP en estas elecciones, Rajoy afirmó en distintos foros que su primer objetivo consistía en el refuerzo de la Formación Profesional. Propone un modelo similar al alemán, de modo que sea compatible la formación en el centro con una especie de contrato en prácticas dentro de una empresa. Al principio de la campaña sugirió que se transformaría el actual Bachillerato en un ciclo de tres cursos, a la vez que la FP podría comenzarse a los 15 años. Insistió varias veces en la extensión de la enseñanza bilingüe castellano-inglés, o trilingüe con otra de las lenguas oficiales, desde la educación infantil. También hizo referencia a la necesidad de reconocer y apoyar la autoridad de los docentes.
Respecto al marco legislativo, ha hecho declaraciones variables. Al principio auguraba un restablecimiento de la LOCE (Ley de Calidad de la Enseñanza), que no llegó a aplicarse antes del triunfo socialista en 2004. Pero otras intervenciones en el tramo final sugerían que bastaría introducir "cinco cambios" sobre la actual LOE, en busca de un pacto por la educación. Dicho pacto no fue posible por iniciativa del actual munistro Ángel Gabilondo.
Ha subrayado que considera necesario recuperar el valor del esfuerzo y la excelencia en los distintos niveles educativos, a la vez que garantizar la igualdad de oportunidades. Al hilo de esos fines, anuncia el restablecimiento de evaluaciones externas y objetivas tanto sobre el profesorado, durante su concurso de acceso, como sobre el alumnado. No está claro todavía si esas pruebas seguirán las pautas de los sistemas de evaluación por competencias, como el programa PISA, o reproducirán el estilo de la antigua reválida. Tampoco se ha aclarado cómo se organizará la formación de los docentes para aumentar la calidad del sistema.
Sus contrincantes políticos, PSOE e IU, daban por sentado que los recortes en educación afectarían al sistema de becas, a los recursos humanos y al proceso de introducción de las TIC en la práctica docente, lo que ha ocurrido en comunidades autónomas regidas por el PP, como Madrid, Castilla-La Mancha, Comunidad Valenciana o La Rioja. Sin embargo, Rajoy pone por modelo la gestión de Castilla y León, una de las mejor valoradas por el programa PISA.
Al día siguiente de conocerse los resultados electorales, los sindicatos instan al próximo Gobierno a que la educación sea "una prioridad". FE-CCOO pide "consenso, acuerdo y diálogo" para atender la diversidad del alumnado, luchar contra el fracaso y el abandono escolar, o que la educación universitaria no pierda autonomía y financiación. FETE-UGT solicita que no se desencadene una "guerra escolar" entre la enseñanza pública y privada-concertada, así como que el ajuste presupuestario no afecte a la educación. El CSIF apoya algunas medidas, como el Bachillerato de tres años o una ley de Autoridad del profesorado, pero solicita la apertura de un periodo negociador. ANPE espera un "cambio profundo" del sistema educativo que promueva la excelencia, a la vez que se flexibilizan los Programas de Cualificación Profesional Inicial (PCPI).


miércoles, 16 de noviembre de 2011

Convocan huelga general en la educación pública el 17/N

Diferentes grupos y asociaciones se han sumado a la convocatoria de huelga en defensa de la educación pública para mañana, jueves, 17 de noviembre, con el lema: "La educación no se vende, se defiende".
La propuesta surgió de los estudiantes, concretamente de las asambleas universitarias celebradas a finales del mes de octubre. Tanto el Sindicato de Estudiantes como algunos sindicatos de profesores, UGT y CCOO, han asumido la fecha en su calendario de protestas contra los recortes iniciados en varias comunidades autónomas. También algunos sindicatos de profesores universitarios se adhieren a la huelga. De igual modo, organizaciones vinculadas al movimiento del 15-M apoyan a los convocantes: Juventud Sin Futuro, acampadas en varias ciudades (Palma de Mallorca, Sevilla, etc.).
No obstante, aún no está claro si la llamada tendrá efecto en el conjunto del Estado español, ni si la secundarán los estudiantes y profesores de todos los niveles educativos. Los sindicatos ANPE y CSIF no respaldan la huelga, por considerar que interfiere en la campaña electoral. En Almería, los convocantes son los estudiantes de la Universidad pública, como hicieron manifiesto en "Radio Universidad".
Los motivos se centran sobre el rechazo a la privatización del sistema educativo, en perjuicio del derecho a la educación, así como a las medidas y proyectos que recortan los recursos materiales y humanos de la educación pública, en el marco del ajuste presupuestario para reducir la deuda del Estado y de las Comunidades Autónomas.